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PARTE 3: FLAVIO JOSEFO

¿Existió Jesús? Aunque se puede hacer un caso sólido apelando a los documentos del Nuevo Testamento, en esta serie, solo apelaremos a los testigos hostiles de la historia desde fuera del Nuevo Testamento. En artículos anteriores, hemos considerado los trabajos de Cornelio Tácito, así como de Plinio el Joven y Suetonio. En este artículo, consideraremos el controvertido trabajo de Flavio Josefo.



Josefo (historiador judío/romano)


Flavio Josefo (37-100 d.C.) era un fariseo judío y comandante militar que había sido capturado por los romanos antes de la caída del Templo en el año 70 d.C. Después de ser tomado prisionero, comenzó a trabajar como historiador de la corte del emperador Vespasiano y adoptó un nombre romano ("Flavio"). Nos da dos importantes referencias a Cristo:


“Los jueces del Sanedrín... trajeron ante ellos a un hombre llamado Santiago, el hermano de Jesús que se llamaba el Cristo, y a algunos otros. Los acusó de haber transgredido la ley y los entregó para ser apedreados. Los habitantes de la ciudad, considerados los más justos y estrictos en la observancia de la ley, se sintieron ofendidos por ello”. [1]

Josefo demuestra que Santiago era el hermano de Jesús (Gal. 1:19), y Santiago fue a su muerte por creer en su hermano Jesús. Con respecto a este primer pasaje, Van Voorst escribe: “La gran mayoría de los estudiosos sostienen que las palabras 'el hermano de Jesús llamado Cristo' son auténticas, al igual que todo el pasaje en el que se encuentra”. [2] Josefo nos ofrece otro pasaje anterior sobre Jesús también.


“En esa época, Jesús era un hombre sabio, si es que es legal llamarlo hombre. Porque fue uno de los que realizó sorprendentes hazañas... Era (el) Cristo... se les apareció vivo al tercer día, como los profetas divinos habían predicho estas y otras diez mil cosas maravillosas sobre él”. [3]

Orígenes (250 d.C.) escribió que Josefo no era cristiano. [4] Sin embargo, en este pasaje, Josefo afirma abiertamente las verdades básicas del cristianismo. Esto es tan extraño que tanto los historiadores cristianos como los críticos creen que un escriba cristiano posterior debe haber alterado lo que Josefo escribió originalmente. Tanto Ireneo como Tertuliano (200 d.C.) conocían las obras de Josefo, pero no citaron este pasaje. Eusebio (un historiador cristiano del siglo IV) citó este pasaje de Josefo [5], por lo que debe haber sido distorsionado antes de esa época (325 d.C.).


El erudito hebreo Shlomo Pines mostró un manuscrito árabe (de la Historia Universal de Agapio—una obra cristiana del siglo X) en 1971 que podría eliminar las partes distorsionadas de la obra de Josefo. [6]


“En ese momento había un hombre sabio que se llamaba Jesús. Su conducta era buena y era conocido por ser virtuoso. Y mucha gente de entre los judíos y de otras naciones se convirtieron en sus discípulos. Pilato lo condenó a ser crucificado y a morir. Pero aquellos que se habían convertido en sus discípulos no abandonaron su discipulado. Informaron que se les había aparecido tres días después de su crucifixión, y que estaba vivo; por lo tanto, tal vez era el Mesías, sobre el cual los profetas han relatado maravillas”. [7]

Debido a este manuscrito y a la crítica literaria, la mayoría de los eruditos (críticos o cristianos) creen que podemos reconstruir el núcleo histórico de lo que Josefo escribió originalmente antes de que el escriba lo distorsionara.


Bart Ehrman (crítico ateo del Nuevo Testamento): "Es mucho más probable que el núcleo del pasaje se remonte al propio Josefo”. [8] Luego continúa: “No hay absolutamente nada que sugiera que el pagano Tácito o el judío Josefo adquirieron su información sobre Jesús leyendo los Evangelios”. [9]


Louis Feldman (profesor de Clásicos y Literatura Emérito de la Universidad de Yeshiva y destacado académico de Josefo) afirmaba que en algún punto entre 3:1 o 5:1 se mantenía un núcleo histórico que se remontaba a Josefo. [10]


Gerd Theissen (académico crítico): “En referencia a Jesús, tenemos el Testimonium Flavianum (18.63-64), cuyo núcleo se remonta probablemente a Josefo”. [11] Gerd Theissen escribe que una versión revisada y neutral de Josefo es “lo más probable. Josefo informó sobre Jesús de una manera tan neutral y objetiva como lo hizo con Juan el Bautista o Santiago el hermano del Señor”. [12]


Craig Evans (estudioso de la Nuevo Testamento): “La mayoría hoy en día considera el pasaje como auténtico pero editado”. [13]


Paul Meier (un erudito de Josefo) afirma que la mayoría de los eruditos no sostienen que este pasaje sea completamente auténtico, ni una completa falsificación. En su lugar, escribe que “una gran mayoría de los estudiosos de hoy, sin embargo, comparten la tercera posición... particularmente en vista del recién descubierto texto Agapiano que no muestra signos de interpretación”. [14]


John-Dominic Crossan (estudioso radical del Nuevo Testamento): “Aunque los editores cristianos insertaron delicadamente esas frases en cursiva más tarde para hacer la descripción más positiva, el contenido básico del pasaje es muy probablemente original”. [15]


Hay varias razones por las que los estudiosos creen que este núcleo de Josefo es original e incorrupto:


Primero, la versión árabe da evidencia empírica de una versión básica. La versión árabe encaja con lo que sabemos de la visión de Josefo sobre el cristianismo. Este manuscrito no afirma que estos eventos hayan ocurrido realmente. En cambio, afirma que los discípulos de Jesús simplemente "informaron" de estas cosas.


Segundo, el lenguaje encaja con Josefo—no con un interpolador. Los autores del Nuevo Testamento nunca llaman a Jesús un “hombre sabio”. Mientras que la expresión “hechos sorprendentes” es similar a Lucas 5:26, no está atestiguada en ninguna otra parte del Nuevo Testamento. Además, el término “tribu” es también “Josefano, pero no cristiano”. [16]


Tercero, la mención de Jesús en el capítulo 20 apunta a una mención anterior de Jesús. Josefo mencionó brevemente a Jesús en el capítulo 20, cuando dice, “Jesús que fue llamado el Cristo”. Este comentario nos lleva a creer que Josefo ya se refirió a Jesús con este título mesiánico antes en su libro (en el capítulo 18).


¿Qué nos dice este pasaje?


(1) Jesús era considerado un hombre de virtud y sabiduría. (2) Tanto los judíos como los gentiles se convirtieron en sus discípulos. (3) Pilato lo condenó a muerte. (4) Sus discípulos le siguieron después de su muerte. (5) Sus discípulos afirmaron que se les apareció vivo después de tres días. (6) Los discípulos de Jesús también afirmaron que estos eventos cumplían con la profecía predictiva del Antiguo Testamento.



Referencias


[1] Josephus, Antigüedades de los judíos, 20:197-203.


[2] Van Voorst, Robert. Jesús fuera del Nuevo Testamento: Una introducción a la evidencia antigua. Grand Rapids, MI; Cambridge, UK: William B. Eerdmans Publishing Company. 2000. 83.


[3] Josephus, Antigüedades de los judíos, 18:63-64.


[4] Orígenes estaba familiarizado con el pasaje sobre Santiago, el hermano del Señor y Juan el Bautista; sin embargo, no está familiarizado con este pasaje. Against Celsus 1.45; Commentary on Matthew 10.17; cf. also Against Celsus 2.13.


[5] Ecclesiastical History, 1.11.


[6] Yamauchi escribe que fue copiado “por Agapio, el obispo melquita del siglo X de Hierápolis en Siria... Todas estas diferencias llevan a Pinos a concluir que la versión árabe puede preservar un texto que se aproxima al texto original, sin alterar, de Josefo”. Wilkins, Michael J., and James Porter Moreland. Jesus under Fire. Grand Rapids, MI: Zondervan, 1995. 212.


[7] Josephus, Antiquities of the Jews, 20:197-203.


[8] Ehrman, Bart D. Did Jesus Exist?: The Historical Argument for Jesus of Nazareth. New York: HarperOne, 2012. 64.


[9] Ehrman, Bart D. Did Jesus Exist?: The Historical Argument for Jesus of Nazareth. New York: HarperOne, 2012. 97.


[10] Obtained in a private email with the authors, Habermas and Licona. Habermas, Gary R., and Mike Licona. The Case for the Resurrection of Jesus. Grand Rapids, MI: Kregel Publications, 2004. 268-269.


[11] Theissen, Gerd, and Dagmar Winter. The Quest for the Plausible Jesus: The Question of Criteria. Louisville, KY: Westminster John Knox, 2002. 14.


[12] Theissen, Gerd, and Annette Merz. The Historical Jesus: A Comprehensive Guide. Minneapolis: Fortress, 1998. 74.


[13] Evans, Craig. The Historical Jesus: Critical Concepts in Religious Studies. Volume 4. London: Routledge, Taylor & Francis Group. 2004. 390.


[14] Meier, Paul. Josephus: The Essential Works. Grand Rapids, MI: Kregel, 1994. 284.


[15] Crossan, John Dominic. The Birth of Christianity. New York, NY: Harper Collins. 1998. 12.


[16] Van Voorst, Robert. Jesus outside the New Testament: An Introduction to the Ancient Evidence. Grand Rapids, MI; Cambridge, UK: William B. Eerdmans Publishing Company. 2000. 102.



Traducción: Andrés Vásquez

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Por Andrés Vásquez, estudiante de Ciencia Política en la Pontifica Universidad Católica del Perú y autodidacta en temas de Filosofía y Teología.

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